¿Constantemente temes ser despedido?, ¿crees que no cumples las expectativas de tus jefes?, ¿piensas que cualquier compañero de trabajo es mejor que tú?, ¿sientes miedo y falta de confianza en ti mismo al realizar tus tareas? Si es así, significa que tu autoestima profesional no anda bien.

Y no es cosa sencilla. Tener una baja autoestima laboral te impide alcanzar el éxito, obtener un ascenso, asumir nuevas responsabilidades e, incluso, desarrollar nuevas aptitudes. Por eso, es importante que leas esto.

Cuando tu autoconfianza profesional está por los suelos, se refleja de esta manera:

• Tu productividad laboral se ve disminuida.
• Eres incapaz de generar confianza en tus compañeros o en la empresa.
• Tu creatividad se bloquea.
• Si tratas con clientes, éstos pueden notar tu inseguridad y se crea una mala imagen corporativa.
• Sufres insomnio y estrés. Te vuelves más vulnerable ante tus colegas o jefes, tienes dificultad para poner límites.
• Dada tu poca confianza en tus capacidades o habilidades, titubeas al realizar tus tareas y eso te hace ser más lento.
• Siempre esperas resultados pesimistas, lo cual te desalienta por anticipado.
• Surge en ti un perfeccionismo extremo, buscas quedar bien con los demás, y al final de todos modos no te sientes satisfecho
• Tienes pensamientos limitantes y poco entusiasmo; eso no te permite crecer.
• Careces de metas profesionales y tienes problemas interpersonales.

Tener buena autoestima laboral significa:

• Verse a uno mismo como una persona competente y confiada en conseguir el éxito.
• Fijarse metas ambiciosas y no desanimarse ante los tropiezos.
• Tener motivación para emprender nuevas tareas o retos, así como disposición para aprender.
• Mostrar capacidad de aceptar y adaptarse a los cambios. 
• Ser capaz de reconocer nuestras habilidades y limitaciones.
• Crear mejores relaciones interpersonales con colegas, jefes, clientes, proveedores.
• Enfrentar con tranquilidad y optimismo las situaciones y conflictos cotidianos.

¿Cuáles son los aliados de tu autoestima profesional?

1. Identifica tus talentos. Pregúntate en qué eres bueno; qué es lo que tú y sólo tú puedes aportar a la empresa, al equipo de trabajo, a tu jefe; cuáles son las cualidades que los demás reconocen en ti. Si bien tienes limitaciones y debilidades, estás lleno de habilidades que debes explotar. Aplica tus talentos diariamente en todas tus tareas, convierte esto en un hábito.
2. Fomenta la autoconfianza. No busques reafirmarte ante los demás, lo que te dará seguridad será confiar y creer en tus capacidades y posibilidades. 
3. Céntrate en ti. No te compares con los demás. Sabes que todos somos seres únicos y que cada uno de tus compañeros tiene sus puntos débiles, sus puntos fuertes y sus propios objetivos. Sólo trata de conocerte mejor y valora aquello que te hace destacar.
4. No generalices. Cuando cometas un error no te castigues indefinidamente. Recuerda que tus colegas y jefes se equivocan, pero eso no disminuye sus méritos; aplica esa idea contigo. Sólo obtén el aprendizaje resultante del fallo y no lo veas como un fracaso. Y trata de no generalizar, no pienses que siempre todo te sale mal. Aunque hayas tenido una experiencia negativa, sigue confiando en ti.
5. Reconoce tus éxitos. Estar satisfecho con la forma en que realizas tus tareas es la prioridad. No minimices tus logros, ten presente que muchas veces has podido cumplir tus metas. Piensa que si ya has conseguido éxitos antes, puedes seguir teniéndolos. 
6. Fija objetivos. Nunca dejes de proponerte metas ya sea a corto, mediano y largo plazo, pero no sólo en el plano laboral, sino también en el personal. Reflexiona sobre qué objetivos o sueños te gustaría cumplir: lograr un ascenso, mejorar tus relaciones en el trabajo, cambiar tu imagen, pasar más tiempo con tu familia.
7. Registra tus avances. Al final de la semana evalúa tus avances en la consecución de tus metas. Te sentirás orgulloso de lo que hayas cumplido y te darás cuenta de que tus talentos rinden frutos. Habrá lugar para el entusiasmo y la esperanza.
8. Enfrenta tus miedos. Es importante que salgas de tu zona de confort, atrévete a tomar riesgos y aceptar retos laborales que habías evadido por inseguridad. Si es necesario, busca ayuda para poder enfrentar las crisis profesionales. 
9. Repítete frases de autoconfianza. Lo común cuando no tienes autoestima profesional es que te repitas frases negativas, atormentándote con lo que no eres bueno. Prueba a hacer lo contrario; todos los días, al enfrentar miedos y retos, repite frases positivas que afirmen tus capacidades y virtudes: “yo soy capaz de hacer esto”, “soy muy bueno para…”, “puedo cambiar tal situación”, “tengo lo necesario para lograrlo”. Hacerlo nos da seguridad y nos autoconvence de que somos capaces de realizar con éxito las tareas que se nos asignan y nos alienta a ir por más.
10. Trabaja para ser mejor. Todo se puede mejorar, así que si algún aspecto de tu vida no te satisface por completo o te resta seguridad en ti mismo, esfuérzate para cambiarlo.