Desde hace algún tiempo el mundo de las comunicaciones y la publicidad se ha acelerado a ritmos en los que ayer hubiera resultado inhumano e imposible trabajar.

En la actualidad sabemos que el tiempo es oro, por ende se hace cada vez más necesario optimizar procesos en general y la creatividad no es la excepción. La necesidad de un enfoque crítico es clave, pero para que todo esto funcione debe haber, de igual modo, un equilibrio entre objetivos estratégicos y capacidades técnicas así como creativas.

Hoy hablaremos puntualmente de diseño gráfico, una carrera que permite el uso de herramientas técnicas no solo para el desarrollo sino para la implementación y comprensión en 360 de un proyecto creativo.

En las agencias grandes y pequeñas hoy está sucediendo algo y es que ya no se habla de crear piezas efectivas sino de “dar en el clavo” con respecto a los “gustos” del cliente. Cada día es más notable el que muchos grandes talentos del diseño son desaprovechados porque sencillamente el gusto o tiempos del cliente impiden el desarrollo de una exploración creativa a toda máquina; mermando así la innovación y la creatividad a la hora de elaborar una propuesta.

En Argentina uno de los más reconocidos diseñadores lo expone en desde un punto de vista de su experiencia en una teoría. Para Adrián Pierini el diseño debe ser el equilibrio entre la estrategia, la estética y el conocimiento de la marca. Por otra parte menciona que se deben poner los objetivos comerciales por encima de la subjetividad creativa. Esto no solo puede aplicar a procesos de diseño, sino a desarrollos creativos en general. De este modo y basado en su interacción con cuentas de diversa índole desarrolló la teoría de los tres disparos para un mundo en el que cada día “el cliente” cree saber demasiado gracias al internet.

La teoría de los tres disparos creativos

1er Disparo: Si no damos en el blanco es preciso analizar dónde está el error y ajustar la mira.

2do Disparo: Si fallamos algo sucede con el arma o con la capacidad de tiro. En esta fase la percepción de idoneidad del cliente disminuye.

3er Disparo: Si esta última bala falla es posible que la presa se haya escapado para siempre.

Y así sucede muchas veces, un cliente que pagó por su servicio querrá ver sus resultados, pero después de tres propuestas su confianza estará viciada. ¿Qué debemos hacer? En primer lugar tratar de escuchar con atención los requerimiento para evitar doble trabajo y por otro lado ser claros y frontales.

Si vemos que las exigencias no van de acuerdo a nuestros procesos creativos o romperán de algún modo nuestra capacidad de ofrecer un buen resultado entonces es preferible no asumir reevaluar la información para ser más asertivos. Es más importante la percepción positiva a la decepción de un trabajo mal hecho por intentar ser complaciente o estar poco informado sobre las necesidades.