De acuerdo con una encuesta realizada por el Instituto Mexicano del Seguro Social, en México 75% de los trabajadores padece estrés laboral, el cual puede provocar desde agotamiento físico y mental, irritabilidad, úlceras y taquicardia, hasta depresión.  Todos, en alguna medida, convivimos con el estrés día a día. La diferencia radica en cómo lo enfrentamos. Aquí te presentamos 14 consejos para que el impacto del estrés laboral en tu vida personal y profesional no sea significativo.

1.- Llega a tiempo. Si te levantas temprano evitarás ese factor estresante que es el tráfico. Acciones sencillas como poner en orden tu ropa, portafolio, agenda, una noche antes harán que estés listo para salir por la mañana sin contratiempos; así, al llegar temprano a trabajar te sentirás menos presionado y estarás de mejor humor para enfrentar tu día laboral. 

2.- Desayuna. El primer alimento del día es muy importante, si tomas uno que sea nutritivo tendrás la energía suficiente y rendirás mejor.

3.- Planifica. Organizar todas tus actividades, desde las más ordinarias hasta las más importantes, reducirá tu grado de estrés. Lleva una agenda y planea con anticipación; analiza las actividades que debes realizar durante el día y así estarás preparado para poder cumplirlas. Determina el tiempo que te llevará hacerlas y en qué horario será mejor realizarlas, pero eso sí, establece plazos realistas y alcanzables.

4.- Prioriza. Ordena tus tareas según su prioridad, ya sea por su nivel de importancia o por su fecha de entrega. Si te distraes con labores que bien pudiste dejar para otro momento, dejarás de lado lo verdaderamente urgente. Al final del día, aunque hayas hecho muchas cosas pero no las prioritarias, te sentirás estresado.

5.- Mantén organizado tu lugar de trabajo. Es importante que organices tu escritorio; el desorden es reflejo de cómo está tu mente. Además de que visualmente es más agradable, sabrás exactamente dónde está cada cosa, la encontrarás con mayor facilidad y eso te ahorrará tiempo. Deshazte de objetos que no necesitas, así tu lugar de trabajo estará libre. Trabajar en el caos definitivamente es un factor detonante de estrés.

6. Una tarea a la vez. Dile no al multitasking, en especial al que tiene que ver con las nuevas tecnologías. Atender el correo electrónico y las redes sociales al mismo tiempo que trabajar sólo te distraerá de tus metas diarias. Al ocuparte con tareas múltiples tu concentración disminuye, pierdes tiempo valioso, la calidad de tu trabajo se ve afectada y estás más expuesto a cometer errores.

7. Toma pequeños descansos. La mente debe descansar. Haz una pausa de al menos cinco minutos cada dos horas, puedes caminar un poco, estirarte o hacer algún ejercicio de respiración; esto aumentará tu capacidad de concentración. Pasar demasiado tiempo sentado puede mermar tu productividad y generar dolores de espalda, confusión mental y ansiedad. Tony Schwartz, del Energy Project, sostiene que “si tenemos una intensa concentración durante unos 90 minutos, seguida de un breve periodo de recuperación, podemos eliminar la acumulación de estrés y rejuvenecer”.

8. Reconoce lo que te causa estrés. Trata de identificar si lo que te estresa es tu salario, la carga excesiva de trabajo, pocas oportunidades de crecimiento, tus compañeros, falta de apoyo a nivel profesional. Los expertos de la Clínica Mayo aconsejan escribir cuando te sientes estresado, de ese modo sabrás exactamente cuáles son tus estresores laborales y así podrás trabajar en buscar la solución.

9. Aliméntate y duerme bien. La psicóloga Sharon Melnick señala que comer mal estresa tu sistema, por lo que aconseja optar por una dieta baja en azúcar y rica en proteínas. Dormir bien es fundamental, pues es un periodo crítico de recuperación para el cuerpo. Si los pendientes te impiden conciliar el sueño, Melnick sugiere un ejercicio sencillo: cúbrete la fosa nasal derecha y respira por la izquierda de tres a cinco minutos. 

10. Inhala y exhala. Si te sientes agobiado, Melnick propone algunos minutos de respiración profunda para recuperar el control: sólo inhala durante cinco segundos, retén y exhala en periodos constantes a través de la nariz. 

11. Combate el pánico. Cuando una situación muy estresante te produzca pánico, al punto de que te falte el aire, Sharon Melnick aconseja reducir tu ansiedad con el punto de acupresión correcto: colocar el pulgar en el costado del dedo medio y aplicar presión ayuda a regular la presión arterial al instante.

12. Disfruta de lo cotidiano. Trata de descubrir el placer de las cosas cotidianas, como comer, dormir, pasear, convivir con tu familia o tus amigos. No veas al trabajo como el centro de tu existencia o tu única meta en la vida. Por eso, cuando salgas de la oficina desconéctate y haz cosas personales que disfrutes, ten un pasatiempo que te haga olvidarte de las exigencias laborales.

13. Mejora la imagen de ti mismo. Si haces ejercicio, te hidratas bien (eso te ayuda a calmar la ansiedad y disminuir la tensión), dejas los malos hábitos y mantienes una actitud optimista, te sentirás más relajado al realizar tus tareas diarias. Y si además tratas de mejorar tu autoestima y tu imagen, asumirás tus responsabilidades en el trabajo con otra perspectiva y tendrás mejores ideas para realizar tus tareas. 

14. Velo positivamente. Piensa en el estrés bajo un contexto positivo, utilízalo a tu favor. Alistair Cox, CEO de Hays, señala que cuando experimentamos estrés, tienen lugar cambios fisiológicos en nuestro cuerpo que nos impulsan a estar en nuestro mejor momento, poniendo nuestro cuerpo y mente en plena forma. Por otro lado, de acuerdo con un estudio realizado por Daniela Kaufer y Elizabeth Kirby, investigadoras de la Universidad de California en Berkeley, algunas cantidades de estrés son benéficas para mejorar el nivel de lucidez mental, el comportamiento y el rendimiento cognitivo. Así que ya lo sabes, úsalo para prepararte mentalmente y físicamente para el próximo reto laboral.