El mundo actual está inmerso en la globalización, los vertiginosos avances tecnológicos no escapan a ese panorama, por lo que la sobrevivencia y la competitividad de una empresa dependen de nuevas formas de afrontar un mercado en continua evolución. 

Hasta hace algunas décadas, la forma tradicional de operar de una organización consistía en que la empresa se hiciera cargo de todas las tareas en su propio espacio, tratando de garantizar su correcta ejecución y aplicación en todos los procesos. 

La tendencia ha cambiado. Cada vez es más común que las corporaciones se concentren en su core business y transfieran actividades, responsabilidades, funciones y procesos a empresas especializadas que puedan hacerlo mejor y a un menor costo, con una mayor eficiencia y eficacia, sin embargo ¿sabes cuáles son las opciones que tiene tu empresa para subcontratar y qué servicios son los que deberías tercerizar?

Tipos de tercerización

Los esquemas de tercerización se dividen en dos de acuerdo al área y de acuerdo al lugar donde se desempeñan las tareas.

Según las áreas de la empresa se podrían dividir en:

• Sistemas financieros.
• Sistemas contables.
• Sistemas informáticos.
• Recursos humanos.
• Sistemas administrativos.
• Actividades secundarias (Producción, sistemas de transporte, actividades de ventas y distribución, procesos de abastecimiento).
• Actividades relacionadas con la mercadotecnia.

Si tomamos en cuenta el lugar donde se desempeñan las tareas son los siguientes:

Off shoring

También es  conocido como deslocalización, y sucede cuando ciertos procesos inherentes a la empresa deben ser reubicados en otro país. Un claro ejemplo son las empresas de manufactura que producen en países de Asia, por ejemplo.

In house 

Este outsourcing tiene lugar cuando la empresa contrata a un tercero para la realización de ciertos servicios, y éstos son llevados a cabo dentro de la misma empresa, es decir, en su propio techo. La referencia más inmediata son los equipos de limpieza, por ejemplo.

Off site

Aquí el esquema de outsourcing se realiza en las instalaciones de la propia compañía que los presta. Dicho de otra manera, se da cuando el servicio solicitado se lleva a cabo fuera del espacio físico de la empresa contratante, por ejemplo cuando se trata de los servicios financieros, como banca, seguros, finanzas y contabilidad.