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Cómo ser un empleado exitoso en 15 pasos

Cómo ser un empleado exitoso en 15 pasos

¿Quién no aspira a tener un cargo directivo? Seguramente tú también quieres destacar y atraer el interés de quienes toman las decisiones en tu empresa. Si deseas pasar de ser un buen empleado a un empleado exitoso, que aporte beneficios reales y valor a la organización, es necesario diferenciarte. ¿Cómo? No es suficiente trabajar duro, por eso te damos las siguientes herramientas.

1.- Crea una buena reputación.  Ten cuidado con cómo te comportas dentro de la empresa y trata de proyectar una buena imagen. Por ejemplo, si quieres que te consideren un empleado responsable, sé puntual, organizado, prepárate para las juntas; si pretendes que te relacionen con seriedad y una conducta apropiada, durante los festejos (fiestas corporativas, brindis de fin de año) no hagas desmanes.

2.- Cuida tu imagen. Si bien es cierto que el valor de las personas radica en sus conocimientos y no en cómo se ven, es muy importante esmerarte en tu aspecto. Piensa que si pretendes ocupar un puesto directivo, debes vestirte para ello.

3.- Sé un buen compañero. Los superiores de una compañía valoran mucho la disposición y la capacidad de relacionarte positivamente con tus compañeros. Si logras ser amable, dialogar, participar en la integración del equipo y establecer vínculos sólidos con los demás colaboradores, se fortalecerá la cooperación entre las diferentes áreas y así habrá mayor eficiencia y productividad. Llevarte bien con los demás da la impresión de que podrías manejar un equipo de trabajo, competencia indispensable en cargos de mayor jerarquía.

4.- Demuestra pasión. Una gran cualidad de todo colaborador es la pasión que le imprima a sus tareas. Si te apasiona lo que haces, sin duda darás mejores resultados, te esforzarás más y evidentemente incrementará tu productividad. Justo lo que todo jefe espera de sus subalternos.

5.- Toma la iniciativa. Habla muy bien de ti que más allá de tus funciones te hagas cargo de alguna tarea que para los demás pase desapercibida. Identifica las áreas de oportunidad para mejorar los procesos y los resultados.

6.- Sé positivo. Aun en las circunstancias más adversas o ante un proyecto que implique un gran reto, no te cierres o digas “no se puede”. Afronta la situación de manera positiva, no te desanimes, ten la convicción de que vas a lograrlo. No olvides que la manera de ver la vida impacta directamente en lo que hacemos. Una persona que hace su trabajo con entusiasmo siempre lo proyectará hacia otras personas, será capaz de manejar mejor el estrés, realizar las tareas con eficacia y contagiar a otros miembros de su equipo. Ser optimista es muy apreciado en el ámbito laboral.

7.- Apoya en las crisis. En los momentos difíciles es cuando los directivos se dan cuenta de con quién cuentan realmente. Si en la oficina hay un problema o un bomberazo, demuestra disposición para ayudar. Olvídate de si tu hora de salida ya pasó o de otros pretextos, sé corresponsable y empático. Mostrarte cooperativo suma puntos para una promoción futura.

8.- Ajústate al código de ética empresarial. Cualquier organización cuenta con reglas que norman la convivencia entre empleados y la conducta a nivel profesional en relación con los objetivos y valores de la empresa. Si las sigues, seguramente destacarás.

9.-Hazte cargo de tu capacitación. Tú eres el responsable de crear tu propio plan de desarrollo profesional, no la compañía. Recuerda que el entorno cambiante exige que continuamente obtengas nuevas habilidades y conocimientos, eso es un factor diferenciador. De acuerdo con tus metas y las competencias que exige tu profesión, busca la capacitación adecuada (idiomas, programa de cómputo, especializaciones), así te convertirás en un elemento valioso para tu empresa.

10.- Muestra compromiso. Tu apoyo moral no es suficiente para la organización, debes comprometerte a través de acciones específicas, no por lo que dices o lo que ofreces. Comprometerse es implicarse y estar motivado, mostrar interés y esfuerzo en todo lo que haces cotidianamente para conseguir las metas que conduzcan al éxito de la compañía.

11.- Aporta soluciones. No se trata sólo de señalar los problemas, pues eso da la impresión de que te estás quejando. Sé creativo y haz propuestas concretas.

12.- Adáptate a los cambios y complicaciones. Es común que las organizaciones experimenten cambios repentinos e imprevistos, ante lo cual es fundamental que sepas como adaptarte rápidamente y controlar la nueva situación de forma asertiva.

13.- Fíjate metas claras. Para ser un empleado de alto rendimiento es necesario que establezcas metas definidas. Escribirlas te ayuda a pensar claramente hacia dónde vas y qué actividades debes cumplir para alcanzarlas. Expertos señalan que visualizar en la mente hasta los más mínimos detalles sobre una meta en particular ayuda a crear un mapa mental para concretarlas en hechos.

14.- Sé constante y perseverante. Los fracasos traen consigo grandes aprendizajes, y las personas de espíritu fuerte sacan provecho de ellos, no se doblegan y persisten hasta alcanzar sus objetivos. Si quieres ser exitoso, debes ser perseverante y adquirir experiencias valiosas de cada tropiezo para aplicarlas a los nuevos retos. Sin duda te ayudará a sobresalir en la oficina.

15.- Corre riesgos. Sin llegar a los extremos, puedes probar a correr riesgos para romper con lo establecido, proponiendo nuevas formas de hacer las cosas con el fin de eficientar las tareas y optimizar recursos. Por supuesto, antes de tomar medidas drásticas, evalúa los pros y los contras de cada decisión innovadora.

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